Recopilación de cuatro pequeñas historias sobre una extravagante granja, con un protagonista alocado, amante de las exageraciones y tremendamente soñador. Una lectura que derrocha imaginación, magia y diversión, con un humor fresco y desenfadado. Las ilustraciones de Quentin Blake (que solía ilustrar a Roald Dahl o a David Walliams) completan una delicia de edición que ha conseguido que mi hijo y yo soltásemos más de una carcajada leyéndolo juntos. |