Es una historia que se lee en no más de 10 minutos pero, sinceramente, no lo veo para niños porque Tufi, el sarcástico gato protagonista, se dedica a llevarles cadáveres de otros animales a sus dueños. de hecho, empieza cargándose al propio pájaro que vive en su casa, después aparece con un ratón y por último con el conejo mascota de los vecinos y la pobre hija de los dueños se pasa el libro llorando por los animalicos muertos. Quizá la única lección que nos deja es que un gato hace cosas de gato y que si eso no te gusta, lo mejor es que no tengas ninguno.
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