El último círculo del infierno

El último círculo del infierno
De Alberto Figueroa
He pasado buenos momentos leyendo esta novela, a pesar de que en un principio me intimidaban un poco las 570 páginas que tiene. La podemos enmarcar dentro del género mezcla de novela histórica y thriller. Por un lado, se describen hechos recientes, ocurridos en 2014, como la aparición en Colombia de un infiltrado de la seguridad del estado en la organización terrorista ETA, cuyo nombre de guerra es Txistu (Marcos Orbea Ugarte). Aparece cuando todo el mundo creía que había sido asesinado por el Batallón Vasco Español (organización que atacaba a miembros de ETA). Por otro lado, se describen hechos de dos épocas muy diferentes. La primera es la de los años del plomo, de los años 1980 y 1981, donde había asesinatos de ETA prácticamente todos los días. La segunda es la Cuba en el período que fue colonia española desde 1845 hasta su pérdida en 1898.
Gorri (Álvaro Urizar) vive actualmente (2014) en Okuri (nombre ficticio), un pueblo del País Vasco, y se encarga de administrar los bienes que tienen en el pueblo los hijos de su amigo Martín Zaldúa, ya que viven en Chile. Entre estas propiedades se encuentra El Vedado, un gran caserón que Gorri quiere reconvertir en hotel con la ayuda de Miren, una arquitecta.
Martín Zaldúa estuvo encarcelado por colaboración con ETA. Sin embargo, su vida en prisión fue breve porque al poco tiempo fue indultado. Por esto la organización lo consideró como un txibato (chivato) y un traídor. Fue asesinado en 1985. Gorri trató de interceder por su amigo para evitar su muerte y por ello se entrevistó con Txistu en Francia. La noticia de que Txistu fue colaborador de las fuerzas de seguridad del estado deja a Gorri desconcertado y trata de investigar los hechos que ocurrieron aquellos años.
Por otro lado, para conocer las razones que motivaron los hechos hay que remontarse a la historia de los antepasados de Martín Zaldúa. Y aquí la novela se remonta a Octubre de 1844, cuando los Zaldúa viven alquilados en el caserío Basoborda, propiedad de los Ugarte, una familia de potentados de Okuri. Los Ugarte quieren despachar a los Zaldúa del caserío ya que quieren crear un aserradero. Aquí se inician las hostilidades entre las dos familias. Tomás Zaldúa, un hijo de la familia que vive en Basoborda, se marcha con su tio Lucas a Cuba, donde posee campos de caña de azúcar e ingenios para la fabricación. Allí Tomas aprende a llevar el negocio de tio, traficante de esclavos. Trae negros desde África a los ingenios de Cuba lo cual le reporta grandes beneficios. Tomás, cuando fallece su tío, es declarado heredero de todos sus ingentes bienes y todavía aumenta los negocios y trata de ocupar un lugar en la alta sociedad cubana. Se emplean diferentes términos para referirse a los esclavos negros: la negrada, los bozales, sacos de carbón.
Gorri sigue con la investigación sobre la muerte de su amigo Martín. Para ello contactará con ex miembros de ETA, de la guardia civil (el astuto coronel Contreras), investigará sobre la familia de los Zaldúa, especialmente sobre el hermano de Martín, Ignacio Zaldúa, capitán de un petrolero, en el que ocurrió la muerte de un tripulante.
Esta novela me ha resultado muy entretenida. Aunque al principio puede parecer un poco aburrida, después los hechos narrados son muy interesantes y no puedes dejar de leer hasta terminarla. Los saltos en el tiempo de la época actual, a los 80 (los años del fuego) y a la época de la Cuba colonial, añade más intriga a la lectura. Lo que no me queda claro es el título. Puede ser porque no he leído “La divina comedia”. La verdad es que ETA ha sido un infierno para España, especialmente para las familias de las víctimas, de los asesinados. Hay que destacar el personaje del coronel Contreras, teniente en la época en que se desarrollan los hechos, por su sagacidad y lo bien que sabe jugar sus bazas en la lucha contra ETA.







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