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Una historia de aventuras llena de fantasía y personajes ancestrales. Seguimos a Oliver Leal y Lluvia Martínez en su viaje de búsqueda, a partir de la publicación de la novela de la propia arqueóloga, sobre las puertas escondidas que conducen a la Atlántida y a otras civilizaciones perdidas siglos atrás. Leal se asocia con la doctora porque necesita regresar a su isla, donde todo terminó y empezó de nuevo. Oliver es un personaje peculiar que arrastra consigo un acompañante incómodo en su andadura por el mundo. Me ha parecido un inicio espectacular, una premisa atractiva, unos personajes interesantes que van descubriendo, no solo el camino hacia lo perdido, sino a ellos mismos. Una historia que parecía que tenía un desarrollo coherente y pausado hasta que en los últimos capítulos se ha precipitado evitando así, una resolución idónea y mayor entendimiento de las magias y personajes secundarios que interesan casi más que los propios protagonistas. Asimismo, se ha pretendido mostrar un mundo enorme y me ha resultado un poco caótico entender todas las motivaciones de cada personaje y sus características mágicas. Aún así, me lo he bebido en pocos días porque me han tenido bastante enganchada los cambios de guión y todos los personajes y efectos de magia que iban apareciendo. Creo que sería de agradecer una segunda parte centrada en ofrecer al lector más detalle sobre todos esos clanes sumergidos, reinos perdidos, islas del tiempo y navegantes que, a mí parecer, han dado a la novela el toque de gracia final. |
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