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Helen es una chica que trabaja en una pensión, antes era feliz, tenía lo que quería y deseaba, pero después de eso la vida solo sigue, la gente le dice que tiene que pasar página, lo que nadie entiende que hay momentos en que es duro y olvidar es imposible. Hugo es un chico inquieto, hay algo dentro de él que le dice que debe descubrir quién es. Y cuando en la tele ve un pequeño puedo hay algo que le dice que debe ir allí, que las respuestas están cerca.Pero ni su novia, ni su madre le entienden, el único apoyo que tiene es su padre. Hugo y Helen se conocen muy pronto y la conexión entre ellos es instantánea, un vínculo único. Esto hará que pasen mucho tiempo juntos, Helen ayudará a Hugo a descubrir por qué está allí. El romance es lento, no tenemos nada parecido a una infidelidad por si te lo planteas. Es un amor único, irrepetible de esos que cuando sabes que es la persona correcta todo encaja en su sitio, pero ciertos secretos pueden que pongan en peligro su historia. Una historia con un secreto desde el principio que lo puedes intuir, pero que la autora juega contigo por si eso es cierto o no. Pero también es una historia de amistad de esa que nunca se pierde de la buena, de la verdadera. Pero diría que esta historia es un crecimiento personal de los personajes, de descubrir quienes son, de miedos e inseguridades, de dejar sus pasados atrás y sobre todo una vez que descubren la verdad intentar vivir con ella. Tengo que reconocer que es la historia de la autora que más me ha tocado, verlos a ellos descubrirse, ver venir lo que iba a pasar y sufrir con ellos, porque la verdad muchas veces no es fácil, pero perdonarte a ti mismo es mucho más difícil. Porque ellos siempre fueron lo que son, porque ellos son lo que fueron y solo había un camino posible para ellos. |
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