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Violet y sus hermanas junto a su madre quedan a cargo del coronel Edward Barnett, pupilo de su padre, cuando este muere en la guerra. Edward en el lecho de muerte le hace una promesa, cuidará de sus hijas y procurará que no se aprovechen de ellas. Violet es la más rebelde de todas y la mayor y sueña con tener su propia casa de costuras, por lo que ve una gran oportunidad al mudarse. Edward Barnett es presionado por su madre para casarse y seguir con el legado de su familia al que su hermano renunció por casarse por amor, lo mismo que quiere Barnett por lo que ideara un plan junto a Violet para cada uno conseguir su objetivo. Sabiendo todo esto ya te imaginas el final verdad? Pero lo mejor es todo lo que hay entre medias para llegar a ese final. Una historia bonita, bien escrita, con capítulos cortos, donde no faltan las risas y sus partes calentitas. Personajes bien definidos y adelantados a la época. Una novela que se lee sola y te deja con ganas de más. Me han gustado mucho las escenas donde profesor y alumna lo dan todo para que su plan salga bien, pero donde ellos no ven, los demás ya se han dado cuenta de lo que hay. Los personajes secundarios también tienen un punto a favor y bueno hay mucho soltero por ahí que puede dar pie a la siguiente historia que según nos deja ésta será la de Camelia. Si te gustan las novelas de regencia donde la mujer lucha por su lugar en la sociedad y además con escenas de amor, no busques más. |
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