Cartas de invierno

Al principio me costó entrar en la historia pero llegados a un punto no hubo retornó, no pude parar de leer. Los capítulos son cortos y ágiles, que devoras sin darte cuenta. Los capítulos son las cartas de Adriá, por eso puede ser que en algún momento se me hiciera algo lento, como que la persona que escribe diera mucha vueltas... Pero igualmente, es una lectura diferente que engancha y no te suelta en ningún momento, esta llena de misterio y tensión hasta el final. Y menudo final de esos que tardas unos días en digerir y en dónde todas tus hipotesis pueden ser ciertas, estarás unos días pensando en él.

Por eso, he tenido sentimientos contradictorios, el autor no deja nada claro al final y eso por un lado te hace crear millones de hipótesis pero por otro lado no sabes que puede ser verdad y que no.

En algunos momentos me ha dado miedo o más bien angustia, pero angustia de la buena, de esa de que quieres saber lo que pasa por pura curiosidad.

Recomiendo mucho esta historia a todos aquellos que quieran leer algo diferente, corto y que les haga estar en vilo durante toda la lectura, seguro que nos os dejará indiferentes y os sorprenderá.