¡Se los trago la tierra!

Este libro que he podido conocer gracias a Masa Crítica me parece un gran ejemplo de obra dedicada a un público entre infantil y juvenil con un cometido que va mucho más allá del misterio que narran sus líneas. En "¡Se los tragó la tierra! El misterio del no muerto", su autor Juan Fernández Bravo consigue obtener un relato de misterio con unos tintes de terror ligero orientado al público indicado anteriormente pero además, constituye todo un compendio de valores abordando temas como el bullying escolar, la importancia de la amistad, la solidaridad, etc. Quizás en ocasiones me ha podido parecer que se tratan de una manera demasiado directa perdiendo en algún momento el hilo argumental y asumiendo los propios niños una actitud moralizante quizás excesivamente adulta e incluso escolástica, pero en general considero que funciona muy bien cumpliendo su cometido a la vez que desarrolla una trama interesante y misteriosa.

Algunos alumnos problemáticos (los tradicionales abusones) de un colegio comienzan a frecuentar el cementerio del pueblo donde realizan actos de vandalismo. Sin embargo, pronto comenzarán a producirse sucesos extraños como la aparente manifestación de un muerto viviente que da la sensación de que los persigue más allá de las lindes de este recinto. Sara y Tomás, otros dos alumnos del mismo centro, comenzarán a investigar este misterio. Su búsqueda les llevará a conocer los secretos del extraño enterrador, de un curioso personaje que ha aparecido en el pueblo, e incluso de un científico que parece guardar un oscuro secreto.

Considero que queda patente que el escritor, en tanto que profesor de secundaria, tiene contacto directo con los problemas que pone de relieve en su libro y los trata de manera detallada, directa pero con tacto en su novela. Cabe señalar que va más allá del bullying estudiantil, contando con algunas escenas realmente crudas pero tristemente verosímiles tal y como nos han enseñado las noticias en más de una ocasión (el trato que se le da a la figura del vagabundo es el ejemplo paradigmático). Ante este tipo de sucesos descritos considero que no es un libro infantil sino quizás más indicado a la preadolescencia. Por otra parte, la historia en sí es bastante sencilla, pero desarrolla un argumento bien hilado y que consigue mantener la intriga hasta sus últimas líneas. Quizás en este sentido me gustaría más que los retales que quedan por explicar no se solucionaran con un epílogo un tanto apresurado sino que se hubieran desvelado a lo largo de la trama.

Sobre los personajes no se nos dice mucho pero ello también contribuye a resaltar los rasgos más destacados de todos ellos en tan escasas páginas quedando retratados como los "abusones", los valientes, las víctimas, etc. Me ha resultado especialmente fresca la relación de amistad entre Tomás y Sara, con esos toques de humor que aligeran la tensión de los sucesos. En definitiva me ha parecido un gran ejemplo de libro que aspira a inculcar unos valores tan necesarios en la juventud como lo son en lo sucesivo (creo que el autor ilustra especialmente bien el hecho de que actitudes como las burlas y el acoso escolar pueden tener consecuencias dramáticas por sí mismas y también si se perpetúan en el tiempo llegando a otras formas de violencia cada vez más exacerbada). Puede que haya echado en falta que la parte educativa y la puramente argumental se acoplaran y mezclaran un poquito más pero también es posible que lo esté mirando con unos ojos excesivamente adultos. En cualquier caso me ha resultado una gran labor de enseñanza de una manera tremendamente amena y eficaz.