Y una vez más Félix G. Modroño construye una historia preciosa de una manera sencilla, que hace que al cerrar el libro se quede en la memoria.Una historia bien documentada pero sin una sobrecarga de datos que haga que el lector se pierda, si no que van llevando al personaje detrás de una idea y, con él, al lector de la mano. Es un libro para empezarlo sin saber ni siquiera de que va, porque es apuesta segura
|