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La señora March es un libro de gran éxito. Traducido a un montón de idiomas y vendido en muchos países. Pero, en mi opinión, no es un buen libro. No es un thriller, no es una novela policiaca ni negra. Es más bien una novela costumbrista sobre una señora rarita, acomplejada, con sus temas y que tiene la cabeza un poquito más pallá que pacá. Ese es el único tema de la novela, porque en realidad ni siquiera tiene un argumento, un hilo narrativo, no hay acontecimientos que te lleven de un capítulo a otro. Durante prácticamente todas las páginas no pasa nada. Pero NADA. La señora March está agobiada. La señora March está paranoica. La señora March está jodida porque todo el mundo piensa que la protagonista de la última novela de su exitoso marido está inspirada en ella. En ningún momento se le ocurre a la señora March (ni a la autora) leer el libro de su marido para intentar descubrir dónde está el parecido entre ella y esa protagonista, de la que solo sabemos que es una prostituta de cierta edad y algo antipática. Podían habernos concedido a ambos (a la señora March y al pobre lector) el detalle de leernos algo de ese libro, para saber si de verdad tenía razones para estar procupada. A lo mejor era todo lo contrario y su marido trataba al personaje con benevolencia, o con cariño, o con admiración. Pero no. Nunca lo sabremos. Así llegamos hasta el final del libro (esperado e inevitable, por obvio). Y se nos queda una cara de idiotas total. Si esto era lo pretendido, enhorabuena, Virginia Feito. Si no, sé consciente de que es un libro fallido. No se lo recomiendo a nadie. Lo siento, pero es así. |
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