La idea era buena, pero es muy lento y pesado. Alternando primera y tercera persona, pasado y presente, nos adentramos en una trama turbia en la que una conocida actriz, que en el pasado fue secuestrada de niña por una pareja con muchos problemas, se ve envuelta en el misterio de la desaparición de su marido. Pese a su narrativa simple, es lenta, se hace tediosa, no ocurre gran cosa. Hay giros, pero el gran giro final no es creíble y resulta decepcionante porque la autora no es que juegue al despiste, es que, directamente, miente al lector. No recomendaría su lectura, ha sido una decepción. Ya la primera novela no me entusiasmó, así que no creo que lea una tercera. |