¡Absalón, Absalón!

«¡Absalón, absalón!» de William Faulkner, es el primer reto literario al que me he tenido que enfrentar este 2022.

Una obra muy compleja, ambigua, enrevesada… en la que cuesta un poco seguir el hilo no por la dificultad de la trama en sí, que se entiende más o menos bien conforme va avanzando a pesar de su tortuosidad, sino por la constante rememoración y especulación con la que el autor siembra la historia, por no hablar de su especial forma de escribir en la que los signos de puntuación, la mayoría de las veces, brillan por su ausencia, con lo que te sorprendes muchas veces leyendo sin aliento en una sensación de falta de aire constante.

En cuanto a la trama, me ha parecido fascinante a pesar de lo intrincado del argumento, al inicio cuesta un poco saber qué está pasando, pero al final queda todo perfectamente claro. Nos encontramos ante un sur de Estados Unidos en plena Guerra de Secesión, cruel, racista, violento, desalmado y embrutecido, en el que asistimos a la decadencia de la dinastía Sutpen en una terrible y salvaje historia de proporciones bíblicas.

Me ha llamado mucho la atención el uso que hace Faulkner de las voces narrativas, cada una con un estilo y un enfoque, a través de las cuales nos hace viajar como en una nebulosa en la que se tratan temas tan complejos como son la lucha racial, el incesto, la ambición, el asesinato… teniendo la sensación constante de no saber cuál es la verdad, qué está bien o mal, qué es una invención o qué un recuerdo.

Mentiría si dijera que ha sido una lectura fácil, o que no he tenido ganas de abandonarlo en alguna ocasión, pero Faulkner es de esos autores con la capacidad de retarte y mantenerte enganchada a pesar de su dificultad y su aparente falta de sentido (ya digo que inicial, después todo se esclarece).

Un autor y una obra con la que he explorado mis límites y de la que he salido reforzada, y tras la que entiendo tanto a quienes le aman como a quienes le odian.
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