Brujas anónimas - El comienzo

¿Y si empezamos ya?
Micaela vuelve a casa del trabajo al que acude después de la universidad. Ha pasado mil veces por la plaza que está cerca de su casa, pero esa noche es diferente, hay una tensión en el ambiente. de repente, alguien le ataca por detrás y oye unos gruñidos de fondo; después de murmurar unas palabras ininteligibles para ella, esa figura le dice que huya. Mica corre, pero cuando está a punto de salir de plaza mira atrás. Las sombras engullen a la figura.
Así comienza la historia y la acción continúa de manera inmediata a la mañana siguiente, con un personaje muy desconcertado, pero con un lector que también, ya que la autora ha optado por no explicar ni ambientar nada. La narración nos mete de lleno en este Buenos aires (o en realidad cualquier ciudad aleatoria) donde la protagonista, Micaela, tiene que dar por ciertos y por reales estos gruñidos nocturnos en una especie de «todos lo sabíamos, aunque el resto de mortales tampoco».
De este modo, la sensación que he tenido a lo largo de toda la historia es que había empezado una historia donde me faltaba el inicio, como si la hubiera empezado a la mitad. Hay novelas que son así, y no he tenido problemas con ellas, ya que o la protagonista llevaba un proceso lento de aceptación y el consiguiente descubrimiento de su origen, o se añadían capítulos explicativos (a modo de flashback o desarrollo paralelo). En el caso de Mica, se trata más de una cuestión de fe, sabe que están pasando cosas raras, sabe que el origen de su familia es especial, pero las niega porque no cree en ellas como si de una religión se tratara, por lo que las explicaciones pues nada… , ahí se quedan. Así que, entre que la historia empieza de manera abrupta y que se le pide a la protagonista que crea lo que le sucede no tanto como un hecho, sino como un acto de fe, la perplejidad del lector es considerable, por lo menos tal y como lo he vivido.
Buenos amiguis
Sin embargo, aceptamos todo esto y continuamos leyendo. Una de las cosas que más me ha gustado de la novela, ha sido el grupo de personajes que se configura en torno a Mica cuando ella descubre que es bruja (no es spoiler que el título y la sinopsis lo dicen). Serán unos personajes dicharacheros, cada uno con una personalidad muy interesante y con una fidelidad tremenda a la bruja. Pero igual que con la trama, esta comunidad de amigos se crea de la nada y en nada, de tal modo que, quitando el personaje de Cecilia, el resto está dispuesto a sacrificarse por una persona que conoce de hace dos días escasos. El lector vuelve a decir «eh…, pues vale…». Pero lo dicho, los personajes son divertidos y bien hechos, tanto que casi solapan a Mica.
Y poco más…
La verdad es que casi poco más puedo decir de la novela porque es muy corta. Los giros en la trama son un poco repetitivos, así que si es verdad que la primera «aventura» o salida, tiene ese toque interesante por ver a los malos; la segunda se convierte en más de lo mismo. Es una novela muy muy llama en cuanto a trama. Además, la exposición de diferentes seres que se nos presenta en la novela está muy bien, pero no se explota nada. Y es verdad, que es el primer tomo de una serie, pero creo que se queda muy escaso como introducción y más cuando empiezas faltándote información.
Entretenida sin más
Al final es cierto que al ser la novela tan corta, te la lees y una vez que lo haces pues piensas que por lo menos has echado el rato. La historia es entretenida, los secundarios son muy interesantes y por lo menos salvan lo poco activa que es la protagonista. Por otro lado, la historia está bien escrita (sobre todo al principio) y eso hace que aunque estés descolocado continúes. Es decir, es una historia que no termina de meterte en ella, con una protagonista que niega la mayor y una continuación de trama un poco repetitiva, pero si quieres una fantasía urbana para echar el rato este es tu libro.

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