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¿Acaso no tiene una cubierta de lo más elegante? Igual que la atmósfera narrativa de este libro, elegante e íntima. Aunque yo le hubiera quitado la pulserita bien rápido, que me sobra, jajaja. Los capítulos se suceden sin seguir un orden lineal al comienzo, lo que otorga un ritmo vivaz a los acontecimientos y, en especial, dinamiza la forma en que conocemos a los protagonistas. Chico de oro en la política y chica que lo admira desde niña. Desde el principio, nos rodea la intensa fascinación que la figura de Mathew Hamilton ejerce sobre Charlotte. Desde su niñez, ella se ha codeado con la política y sus influentes representantes. Sus primeros y breves encuentros con la familia del presidente Hamilton se entremezclan con la actualidad, en la que la carrera mediática del heredero de este legendario apellido acapara el futuro de la nación y el corazón de una mujer totalmente rendida a su carismática presencia. Eso es un elemento recurrente en toda la novela y se transmite con naturalidad. Convence. Ella es una joven muy concienciada, con deseos de cambiar el mundo a mejor, patriótica también. Él es un hombre con reputación, hijo de presidente y poseedor de una aureola que compele a la gente a confiar y a seguir su estela. Estos fundamentos destacan a medida que se desarrollan los capítulos en que vemos sus perspectivas mientras la campaña por la presidencia se monta al estilo influyente, categórico, espectacular y escudriñado al milímetro típico de la política estadounidense. En todo momento, late esta atracción ardiente teñida de admiración entre ellos, casi prohibida, pero totalmente predestinada. Es de una sensualidad delicada bellamente hilada con la energía vigorosa de una campaña electoral a la presidencia y la fe en un líder digno. ¡Me ha cautivado esa combinación! Algo que en ningún momento se vuelve tedioso. En realidad, te dan ganas de votar a este hombre :-D Lo único que me ha molestado un poco es que, a pesar de la supuesta juventud de bad boy de Matt, ahora luce casi un halo de santidad social que lo hace el hombre perfecto ante todo el mundo. No concuerda. Además, el vals de deseo oculto que les va uniendo poco a poco acaba en unos encuentros ardientes muy bienvenidos. En todo momento, he disfrutado plenamente de esta pareja abocada a una relación imposible, en la clandestinidad para evitar a los buitres de la prensa y los rivales políticos malévolos. Razones personales e ideológicas los separan y eso dota al libro de un aire agridulce que incrementa el ardor de sus sentimientos con fecha de caducidad. Una interesante y pasional novela que continuará en Commander in Chief. ¡Voto porque llegue cuanto antes! Enlace: http://torretadebabel.blogsp.. |
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