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Katy Evans me conquistó desde Remy, éso lo reconozco; aunque ha tenido uno que otro título que no han llenado mis expectativas, con Pacto con el diablo, volvió al ruedo. Esta historia de amor es refrescante, amena y sensual; y con ése prototipo de protagonistas que tanto me gusta por mostrarse más humano, más asequible, con los defectos e inseguridades típicos de las personas; pero sin ser extremadamente indecisos o inmaduros. En este caso por ejemplo, Lizzy Banks desea alcanzar el respeto y admiración de su padre, un prestigioso y distinguido hombre de negocios, que lleva años siendo vanguardia en el mundo de la moda masculina. Su hija, quien se esmera cada día por demostrarle su valía, está preparando la última colección; pero para un lanzamiento que alcance la perfección que desea, necesita elegir un modelo que se encuentre a la altura. Tiene varios ejecutivos de alto nivel en mente, hombres de éxito que descartan su proposición casi de inmediato; poniendo su capacidad de encontrar a la persona idónea, a tambalear. Pero Lizzy, no está dispuesta a darse por vencida y mucho menos a darle la razón a las personas que dudan de su habilidad. Así que al observar con mayor atención a James Rowan, en la barra de un bar de mala muerte, considera que ése atractivo hombre podría llegar a convertirse en rostro de su campaña de moda. Jimmy Rowan, es un joven temerario que está dispuesto a hacer lo que sea por dinero, y su muy visitado canal en Youtube así lo demuestra. Dedicarse a aceptar retos para ganarse la vida, es su manera de brindarle a su hermanito un futuro mejor; pero no lo suficiente para alejarlo de los problemas y de personas indeseables que suelen acosar al pequeño. Por lo que cuando llega Liz a ofrecerle una propuesta, lo ve como un reto que podría cambiar su vida para siempre... Y se deja tentar. |
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