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Cal Stephanides, que ahora vive y trabaja en Berlín, ha decidido contar la historia de su vida, a la vez que revela su mayor secreto: Cal nació como mujer y, hasta su adolescencia, vivió como Calíope. La realidad es que la historia de cal se remonta a mucho antes de su nacimiento… concretamente a 1922, cuando sus abuelos huyen de Grecia tras la guerra. Se instalan en América, en casa de su prima Lina y su marido. Ambas parejas tendrán a sus hijos casi al mismo tiempo, y estos hijos, en un juego de consanguinidades que desconocen, se casarán y serán los padres de Cal. En esta novela asistimos a la búsqueda de Cal por encontrar su propia identidad, una identidad no sólo sexual sino personal, un espacio y un lugar que le pertenezca. Las palabras del protagonista son claras en este sentido: “Fui niña primero, en un increíble día sin niebla tóxica de Detroit, en enero de 1960; y chico después, en una sala de urgencias cerca de Petoskey, Michigan, en agosto de 1974”. Abarcando ocho décadas en la historia de su familia, en la que exploran sus raíces para explicar su condición hermafrodita, nos encontramos también con una novela histórica en determinados momentos (los conflictos bélicos entre Grecia y Turquía de los años 20, la inmigración a Norteamérica, la Gran Depresión, etc.), pero lo que hace “Middlesex” única es que aúna a la perfección lo antropológico y lo sociológico con lo vivencial y lo emocional. La vida de Cal ha sido un viaje vertiginoso, arduo y complicado. Una vida que, por la circunstancia con la que toca convivir (intersexualidad), no solo no tiene modelos que la ejemplifiquen ni palabras actuales para ser identificada correctamente (tan solo el término clásico de hermafrodita), sino que las pocas alusiones al respecto (monstruosidad) son más que confusas y erróneas, son insultantes e hirientes. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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