Y en el cuarto y último libro de la serie conocemos a fondo a Jon y la gran injusticia que le ha tocado vivir. Con momentos puntualmente divertidos —como el primer encuentro entre los protagonistas—, nos volvemos a encontrar con una historia dura (toda la serie lo es). Pero qué bien que se le haya dado este final a Bárbara, qué necesario es ese canto a la esperanza y qué bonita familia forman estos cuatro evangelistas y compañía. Lo único que me ha faltado ha sido un poco más en la parte amorosa, menos intensidad y más escenas de ellos conociéndose. Lo digo muy en serio: debéis conocer a esta gente y enamoraros y sufrir tanto como yo.
|