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Pheyre tiene un gran peso sobre los hombros: evitar que llegue el cruel invierno y mantener una primavera eterna, pero esta tarea hace que su vida se vaya apagando poco a poco. Desesperada, pedirá ayuda a Haran, dios de los muertos, que se la llevará al inframundo para aliviar su dolor. Nos encontramos ante un retelling del mito de Hades y Perséfone que me ha conquistado por completo y que trata temas como el dolor, la muerte o la familia. No es la típica historia idealizada de este mito, sino que nos muestra una clase distinta de amor y unos valores familiares muy arraigados. Nos encontramos con una protagonista que tiene miedos e inseguridades y que los va superando a lo largo de la historia gracias a la ayuda de las personas que la rodean. Algo que me ha gustado mucho de esta historia es cómo trata el tema de las relaciones, tanto amorosas como familiares. Esta autora tiene una forma de escribir preciosa y muy delicada y transmite sentimientos a través de sus personajes. También me ha gustado muchísimo la versión del inframundo que nos ofrece este libro. No contaré mucho para que lo descubráis con su lectura, pero me ha encantado cómo se describen los distintos paisajes, la forma en la que los espíritus acceden y cómo su señor influye en todo lo que pasa y se ve allí. En general, un retelling precioso que nos cuenta una historia de amor, coraje, sacrificio y familia. Que engancha muchísimo por la forma tan bonita que tiene su autora de transmitir y que hará las delicias de aquellas personas que, cómo yo, disfrutan del mito de Hades y Perséfone. |
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