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Una novela que es un bofetón con la mano abierta, para que volvamos a poner los pies en el suelo y nos demos cuenta de cómo es el mundo en el que vivimos. Bienvenidos a la Tierra, un lugar donde un bebé puede estar encerrado en la cárcel hasta los 3 años por los errores de su madre. En el que los funcionarios corruptos cometen los mismos crímenes que aquellos a los que custodian, pero impunemente. La trama está muy escrita, con las descripciones necesarias y unos personajes muy bien construidos, que nos hacen abrir los ojos y ver que puede haber buena gente encerrada tras las rejas y verdaderos monstruos andando por las calles. No quiero dejar de dar un gran aplauso a esos voluntarios que luchan por arreglar lo que no funciona. ¡Gracias! de todo corazón, está claro que alguien tiene que hacerlo y yo no me creo capaz. Las dos ilustraciones finales de ambas protagonistas me quitaron el poco aliento que me quedaba después de terminar este libro totalmente recomendable. |