Presas

Este verano me estoy aficionando de nuevo a las lecturas conjuntas. En esta ocasión he leído Presas junto a Esther (@xiuminnie93). ¡Ha sido genial comentar todos los días cada escena y hacer hipótesis locas!

Esta es una historia de aprendizaje y reflexión. La propia autora estuvo haciendo un voluntariado en la cárcel, así que imagino que los detalles principales no serán muy diferentes a la realidad. Pero no es una lectura amena y que enganche. Pasan cosas, sí, y algunas más impactantes que otras o más duras, pero no es un libro que necesites leer sin parar hasta acabarlo.

Me ha gustado mucho el estilo narrativo de Bea. Es sencillo, bonito. Solo con oírla hablar ya sabía que su pluma me gustaría, pero ha sido un gusto poder comprobarlo.

Si ya es difícil empezar un libro con una frase impactante y que enganche, imaginad cada capítulo del mismo. Eso amenizaba el ritmo y daban ganas de leer cada tanda diaria.

Hay varias voces que cuentan su experiencia en esa prisión, pero mi favorita ha sido Azahara. Me ha encantado su voz y el diario que escribe casi a modo de terapia.

El personaje de Leire, en cambio, me ha costado un poco más. Creo que se repite demasiado, que parece más niña de lo que es por sus reacciones y miedos. Hay temas que son casi de cultura popular y que a ella le impactaban como si fuera la primera vez que oía o veía algo así.

Me hubiera gustado que se sentasen las bases de la historia desde el principio en lugar de tener que ir descubriendo cosas poco a poco; se recrean en un secreto durante demasiadas páginas hasta que al fin te dejan entrever algo. Lo mismo opino de la ambientación; en lugar de hablar desde un primer momento sobre el módulo de madres de la prisión o del famoso "módulo 17", la autora da pequeñas pinceladas a lo largo de la historia.

Creo que no he encontrado lo que esperaba y eso ha hecho que no disfrutase de la lectura. En el futuro probaré con otro libro de Bea, a ver si hay más suerte.