El Ocaso de Don Julio

El ocaso de Don Julio nos presenta a Don Julio un veterano agente de inteligencia del CNI que recibe la noticia de su jubilación. Sin embargo, es la tapadera perfecta para que antes llegue a termino una última operación secreta. Debe instruir a un pequeño equipo de agentes, para investigar al Comisario Requena, un expolicia que lleva a cabo operaciones delictivas, como el blanqueo de capitales y el chantaje. El conflicto surge cuando los contactos que posee el Comisario Requena, pueden afectar a las altas esferas.
Nos encontramos con una novela coral, con multitud de personajes que forman parte de este entramado de espías como; el policía corrupto, la reportera que busca su reconocimiento social y profesional, el juez, la secretaria, los agentes del CNI, el experto informático, los agentes del cuerpo de seguridad privada, etc, personajes con sus claros y sombras, ya que todos tienen cosas que ocultar y donde cada uno darán mucho juego en la trama.

Personajes bien construidos y con un rol bien definido y , con ciertas similitudes con algún que otro personaje conocido de nuestra actualidad.

Conoceremos matices personales de los personajes, pero, en su mayor profundidad conoceremos a nuestro protagonista, Don Julio. Con setenta años y más de cuatro décadas formando parte del CNI, utiliza un apellido diferente para su trabajo y en el personal, el suyo propio. Tiene ciertas manías cuando lleva traje o debe acudir algún acontecimiento social ya que se anuda su corbata en ciertos movimientos, pero, para ir a trabajar realiza el nudo Nicky de ocho movimientos. Dificultad que ha ido solventado con el tiempo y el aprendizaje. Veremos como se desenvuelve dentro de la “Ratonera” y con ciertos altos cargos y, a su vez, dentro de su ámbito familiar.
El estilo del autor es ágil y directo. A pesar de ser la primera incursión en este género, se nota que el autor se siente cómodo en el, al menos esa es la impresión que da una vez leída la novela, se plasma de forma excelente el funcionamiento del entramado del espionaje.

La novela esta estructurada en cuarenta y tres capítulos y un epílogo y narrada por varias voces. Su lectura no se ha nada pesada, porque el autor va intercalando la parte de investigación, con las rutinas diarias y aspectos privados de los agentes que conviven en el centro de operaciones, así como del resto de personajes.

En cuanto a la portada, a mi me llamó la atención y cobra el sentido una vez leída la novela. No os guíes por ella a la hora de decidir su lectura, porque la novela esconde mucho más.

El autor sabe matizar en cada momento, acentuando la intriga y desvelando los precisos detalles para que continúes leyendo.

Las relaciones personales son el eje de la trama, combinado con la intriga, la corrupción, el sexo, la violencia y, a falta de algún que otro giro inesperado, crea aún así una buena novela de espías.

En definitiva, El ocaso de Don Julio es una novela policíaca, de suspense y de espionaje que he disfrutado y que espero que le deis una oportunidad y la disfrutéis. Os la recomiendo.

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