Narrada con la maestría que solo Eslava Galán sabe, el libro no tiene ni una coma de desperdicio. Lo he leido tes veces y en cada relectura disfruto como un enano de las descripciones, de la ironía y del verbo del autor. Destacar el pasaje donde relata el asesinato de la familia real, con una soberbia distribución de los hechos y una descripción perfecta de los acontecimientos Sudaba de tensión. Juan Eslava Galan es un maestro, |