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Su trama me recordaba en cierta manera a la aclamada novela de Suzanne Collins y así lo comparte la propia editorial en su página web. La historia se desarrolla en un mundo distópico en el que nuestra protagonista, Astrid, participará en la carrera del olvido para saldar por fin las deudas de su familia y dejar de ser la esclava de quienes dominan el reino. Hasta aquí, realmente no cuenta nada nuevo, sin embargo, ¿qué fue lo que me llamó la atención? Que tras la inscripción en la carrera y su posterior comienzo, los participantes se despiertan sin recordar nada. Les han borrado la memoria. Lo único que disponen para saber qué es lo que tienen que hacer y qué ha pasado es un pequeño pedazo de papel con las instrucciones de sus siguientes pasos. La verdad que la historia me gustó muchísimo, pero creo que aún a pesar de tener una premisa muy muy fuerte, la historia no termina de desarrollar todo su potencial. Hay partes que se hacen muy lentas y otras que pasan en un abrir y cerrar de ojos que ni te da tiempo a verlas venir. Sin embargo, creo que es una novela perfecta para iniciarse en el género de la distopía porque es sencillo y autoconclusivo, que a veces en este tipo de géneros es difícil de encontrar. Eso sí, como punto verdaderamente negativo, el final es demasiado precipitado, creo que nos merecíamos un final con un epílogo que nos cerrase un poco mejor esta historia. |
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