El libro de los venenos: Las drogas de la A a la Z

Si buscamos en Internet o preguntamos a viva voz por un filósofo español actual, probablemente la primera respuesta resulte ser: “Antonio Escohotado”. Famoso principalmente por su obra “Historia general de las drogas”, ha sido una mente brillante que no dudaba en exponer de la forma más dura y honesta toda la información recabada a lo largo de su vida acerca de un tema que progresivamente la sociedad y el Estado ha marcado como tabú. Su elocuencia denotada en los programas de debate de la televisión española ha causado pasión y furor en un público dispuesto a extender su percepción del prohibicionismo hacia la venta, consumo y creación de sustancias. Escohotado, figura iconoclasta por naturaleza, siempre ha caminado en contra de la censura y en pos de la información. Ahora, pocos meses después de su muerte, un libro ha sido publicado por editores de “La Caja Books”, definiendo el escrito como un resumen de tres de sus mayores obras sobre sustancias, manejable y que permite crear una visión panorámica de la cuestión. ¿Estaría el autor original de acuerdo con esta compilación, exenta de su permiso por su reciente fallecimiento? ¿Se debería ver como un acto de honor al filósofo o bien es una técnica de marketing que no ha tenido en cuenta sus probables preferencias basándose en el contratiempo de la desinformación que constantemente despreciaba? Desde el comienzo, el conocimiento compartido junto al desarrollo explicativo resulta embriagador, satisfaciendo positivamente las dudas del lector en materia de drogas, y comenzando por la más conocida en nuestros días: el alcohol. El orden alfabético en el que se disponen los conceptos ayuda a encontrar fácilmente ciertos aspectos de los que nos queramos poner al corriente (algunos dispersos entre varios capítulos).
El libro de los venenos concluye con la fecha de publicación y un párrafo totalmente aleatorio sobre el uso del LSD en el proyecto MK ULTRA, cosa que no termino de comprender. El final del mismo resulta rápido y cortante, dando la sensación de quedarse a mitad de un párrafo. Esta edición, a mi parecer, contiene pruebas de un intento de rápida publicación debido a las erratas que contiene y su disposición. Podemos ver, por ejemplo, la repetición de una página completa sobre la Narcotics Control Act en dos capítulos diferentes (Y de Yonqui y H de Heroína), faltas de ortografía varias (“perjudiciar”) e incluso el nombre de Escohotado mal escrito en la primera línea de la contraportada. A pesar de que el mismo autor discreparía sobre una edición póstuma así, sus pensamientos brillan entre las páginas por su carácter conciso y claro . Tal vez serían de mayor ayuda algunas notas explicativas a pie de página para facilitar la lectura en lugar de la disposición selectiva de una editorial que tenga como fin honrar a uno de los mejores sociólogos del país.