No hay que meter nunca a los niños en el congelador

Sí, contiene unas ilustraciones geniales pero el contenido, la historia en sí me ha parecido poco apropiada para la edad a la que va dirigida.

A modo de recetario, este libro nos presenta un par de recetas muy simples a base de cocinar niños, pero es que se explicita que los niños se meten al horno o se guisan y tampoco le he encontrado el sentido del humor ya que las recetas no estaban muy desarrolladas.

Es una pena porque parecía que iba a ser una historia cargada de humor y con otro enfoque pero para ser literatura infantil me ha resultado un tanto violenta.

Además, cuando leo o selecciono un álbum ilustrado suelo esperar que contenga alguna moraleja o mensaje que contribuya a aportar algo a los niños/as y en este caso tampoco he hallado eso.