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El cuento presenta un concepto divertido y gracioso para los pequeños lectores. Un temible ogro come niños nos ofrece un recetario que tiene a los niños como ingrediente principal. Las escenas son graciosas y fáciles de entender. El tono absurdo y loco hará reír a los niños. Por otro lado, hubiera preferido que alguna receta estuviera más detallada para poder hacer un taller de cocina con los niños. ¡Cambiando el ingrediente principal, por supuesto! La estructura sigue un poco la de un recetario. Introducción, tratamiento de los alimentos y recetas. Una forma de que los niños se acerquen al mundo de los recetarios que usan sus padres. El dibujo es llamativo. Con colores terroso, formas exageradas y grandes imágenes para que cuando se lea el cuento a un niño que aún no sabe leer, tenga la atención cautivada por la historia. También me ha parecido una buena historia para practicar la lectura. Si bien soy fan d elos libros infantiles con rima, a veces uno que usa unas estructuras más comunes facilita a los niños la práctica lectora. Las oraciones son muy sencillas y la letra usa una tipografía cómoda para que el niño practique. En conclusión, el libro me ha gustado, ha estado divertido y cumple con lo prometido. Aunque hubiera apreciado más un poco de narrativa detrás de él. |
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