Léctura ágil y amena, para pasar el rato. Es un libro entretenido, y el hecho de que los capítulos sean cortos hace que todo fluya más rápido. La historia se libra (bajo mi punto de vista) por el personaje de Librada, la abuela, con ese carácter que me encanta, lejos de ser el tipo de abuela que te hace carantoñas y magdalenas o bizcocho para merendar. Mezcla lo "mejor" de la iglesia, la política, la policía.... al fin y al cabo, el poder. Me quedo con una frase de Librada a su hija Laura con la que termina el libro, muy de actualidad: "Todo en la vida es política, Laura, todo" |