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Tres compañeros crean una estrategia para ganar un premio literario millonario. La novela más vendida, sí la más vendida, no la mejor novela, ni la más aclamada por el público, se hará con el trofeo. Nos encontramos ante una tragicomedia, una sátira, una crítica al mundo mercantil en general, en este caso concreto centrada en el mundo de las letras. Como las campañas de marketing son capaces de fabricar un producto y venderlo a toda costa, sin tener en cuenta su calidad. ¿Os suena esto de algo? A mi sí, se me ocurren muchos ejemplos y me reconozco pecador en varios de ellos. Con una narración sencilla pero muy efectista, Alfredo es capaz de mantener nuestra atención sobre la historia, a la vez que nos presenta, de manera irónica, el reflejo de la realidad y es lo que hace que pienses en esos ejemplos claros que todos hemos vivido. Y no solo eso, además lo vas a hacer con una sonrisa continua en la boca. Onofre, su personaje principal, un pobre personaje, el protagonista ideal para esta historia. Alguien fácil de manejar, al que la fama lo abruma y cree estar en la cima del mundo. El autor lo ha clavado, no podría pensar en otro tipo de personaje para esta historia. En contraposición nos encontramos con Bea, que si que podría apostar por la calidad, alguien más maduro, alguien más independiente. Añadimos a estos, varios personajes secundarios muy bien ideados, muy coherentes dentro de la historia, que terminarán de cerrar el círculo que nos presenta esta novela. Momentos de risa, sorprendentes, también alguno que nos hará sufrir vergüenza ajena. Todo muy bien hilado en este viaje junto a Onofre. En definitiva, una lectura que me ha sacado más de una carcajada, que me ha divertido bastante y que he podido disfrutar a la vez que me ha quitado ese pañuelo de los ojos y me ha hecho pensar en la sociedad actual. |
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