La imaginación de Eva

En esta novela la autora nos presenta a Eva, una adolescente aparentemente normal, con una vida normal, una familia normal... Pero Eva no se siente normal, sino todo lo contrario. Siente que no encaja en ningún sitio e intenta por todos los medios sentirse parte del mundo que la rodea, aunque para ello tenga que sacrificar sus sueños y su forma de ser. Se viste y maquilla para intentar agradar a sus amigas, elige estudiar una carrera que no le gusta, porque es lo que quiere su madre... y así hasta que su autoestima queda relegada a la altura del betún.

Además, Eva guarda un secreto que sí la hace diferente, y es que tiene la capacidad de convertir en tangible cualquier cosa que se imagina. Este poder la ha ayudado en sus momentos de soledad y vacío, pero lo mantiene en secreto por temor a ser rechazada y a que la traten como un bicho raro.

Pero un fatídico día su hermano sufre un accidente y queda en coma, y a Eva se le viene el mundo encima. Se siente responsable ya que estaba bajo su cuidado y eso la hunde por completo. Para mayor desgracia, la situación con sus padres empeora y la relación con sus dos únicas amigas se rompe. A partir de ese momento Eva entra en una espiral de depresión y autodestrucción que la llevará a hacer cosas que nunca imaginó.

La historia es bastante dura, contada en primera persona por la propia Eva podemos conocer cómo piensa, qué la lleva a hacer las cosas que hace... Cómo se va sumiendo en un mundo gris.

Pero también cómo encuentra su ancla, su salvavidas e intenta salir a flote.

La novela tiene muy pocos personajes, pero todos y cada uno de ellos tiene un papel fundamental en la vida de Eva. Desde su padre, que siempre la apoya, hasta Javi, el hermano mayor del mejor amigo de su hermano, que será un apoyo clave para ella. Sin olvidarnos del misterioso Álvaro, que siempre está a su lado cuando lo necesita.

La pluma de Erya es espectacular, y es capaz de introducirnos en la novela y hacernos sentir el mismo miedo que siente Eva, su desesperación, su tristeza, y a la vez hacernos ver que hay esperanza y que es posible encontrar una solución, volver a colorear el mundo y salir del pozo. 

Es un libro duro pero a la vez bonito, que nos habla del bullying, de la depresión, la ansiedad, pero también del amor y de la esperanza. Un libro cuyo broche de oro es sin duda el epílogo, tan devastador como esperanzador.

Este es uno de esos libros que todo el mundo debería leer, y sobre todo en los institutos porque estoy segura de que, tristemente, más de una persona se sentirá identificada con Eva, y necesitan saber que al final del camino hay luz y solo tienen que caminar hacia delante para alcanzarla.