Los armarios vacíos

Narrada en estilo directo libre, asistimos a una ruptura social: Denise Lesur se avergüenza de sus padres. Hija única, sus sentimientos de rechazo son proporcionales al grado de estudios que va alcanzando. Cuanto más lee, más se da cuenta de lo paletos que son sus padres y de su miserable vida como dueños de un bar-tienda a la que solo van borrachos y viejos verdes.
El estilo de Annie Ernaux es muy peculiar, con frases cortas que le dan un ritmo vertiginoso a una narración que hay que leer con atención y que termina enganchando.