Si bien no es el libro que más me ha gustado de Ernaux. Sí me ha parecido un libro muy tierno en el que le hace un homenaje no solo a su padre si no también a sus raíces, a los orígenes de su familia y a la clase trabajadora en general con los trabajos más precarios que siempre busca subir un poquito y respirar algo mejor, pero que a la vez lo hace con miedo. Miedo porque quizás en ese peldaño más arriba se note demasiado que no se pertenece a ese lugar, miedo a meter la pata, a que se burlen de uno por los modales o por no tener los conocimientos y las palabras correctas en el momento oportuno. Habla a la vez de ese sentimiento que parece tener la autora sobre su lugar en la sociedad, tras haber tenido una buena educación y haber podido escapar de la condición de obrera, siente que ese lugar no llega a ser realmente suyo, si no más bien prestado ya que tiene muy claro de dónde viene y a qué lugar pertenece. |