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Cuando adquirí “Monólogos de la vagina” no sabía de qué iba a tratar, me formulé la pregunta ¿Qué es lo que pueden decir nuestras vaginas? Mientras leía, caí en la cuenta no es que no tengan algo para decir, es más, tienen mucho por hablar pero es la cultura patriarcal en la que nos vemos sumergidos que les impide hacerlo, las silencia, las desgarra y hasta las mutila. “Estoy harta de que la violencia contra las mujeres no sea una prioridad internacional cuando una de cada tres mujeres será violada o maltratada a lo largo de su vida: la destrucción y mutismo y el socavamiento de las mujeres es la destrucción de la vida misma”. Es una recopilación emocionante de historias de mujeres hablando de su sexualidad, superando el miedo, la vergüenza y el tabú que rodea el deseo femenino, la menstruación, las prácticas sexuales. Estos relatos han sido representados en teatros a lo largo de cientos países para impulsar la revolución feminista y de los cuerpos, alzar la voz más fuerte juntas. En una segunda parte, varias activistas nos cuentan la labor de V-Day, un movimiento de concienciación global para poner fin a la violencia contra todas las mujeres y niñas, nacido a raíz de los Monólogos al igual que otras organizaciones con fines entrelazados. Vislumbraremos el impacto a nivel mundial del trabajo de Eve Ensler, bajándolo a los ejemplos del Congo, Filipinas, Estados Unidos, entre otros. Este libro me ha dejado mucho para pensar, en lo personal y como miembro de la comunidad. Tenemos que seguir luchando para derribar el patriarcado, no solo las mujeres sino también los hombres porque a todos nos afecta desde nuestro lugar en el sistema, y unidos, venceremos. “La lucha de la humanidad es la lucha de volver a nuestros cuerpos. A través del trauma, la crueldad, la vergüenza, la opresión, la violencia, la violación y la exclusión, la especie humana ha sufrido heridas, y nos hemos visto obligadas a huir de nuestro cuerpo. La misma crueldad, violación y opresión se ha practicado contra la naturaleza, y las consecuencias son nefastas”. En fin, creo “Monólogos de la vagina” es un gran aporte a la literatura feminista y merece ser leído, independientemente las etiquetas que nos pesan. |
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