Momo

Narrada en tercera persona, Momo es una historia tierna pero que no es lo que es el libro en sí, sino lo que te remueve y hace pensar y reflexionar, lo que puedes extraer entre líneas de él, y que quizá un niño no conseguiría. Cuando se lee años después, puede cambiar completamente su significado y la forma de verlo.
Me ha recordado a El Principito, creo que ambos deberían ser leídos varias veces en la vida. Momo tiene la habilidad de resolver los problemas de aquellos que la visitan, usando una de las mejores técnicas que existen: SABER ESCUCHAR. Así es como, después de hablar con ella, las personas sienten tranquilidad y se dan cuenta de sus errores, y los corrigen.
Michael Ende explora hasta el rincón más escondido de su imaginación en sus historias y Momo no es la excepción. En esta novela podemos ver situaciones reales mezcladas con fantasía que, sin embargo, tiene el claro propósito de reflejar la verdad de una sociedad que vive atrapada entre el pasado y el futuro, una sociedad que tiene cada vez menos tiempo para si mismos y para los que los rodean.
Su narrativa es muy sencilla y precisa. La novela está catalogada como un clásico infantil y con razón.
Momo es, en resumen, una novela infantil pura, inocente, divertida y llena de emoción y cuenta con importantes mensajes de optimismo y ejemplos de vida sobre lo que se debería o no hacer.
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