Canción de sangre

—Yo respondo ante Elene todos los días. Cada día es una nueva oportunidad de contrariarla y terminar en las calles de nuevo, o muerta. ¿Alguna vez has pasado hambre? ¿Has dormido en una cama infestada de pulgas, sin saber a ciencia cierta si ibas a despertar por la mañana debido al frío que hace? Vosotros sufrís una vez al año y luego volvéis a vuestros castillos, a vuestros palacetes. Yo vivo aquí. Tu pesadilla anual es mi día a día.
Elevo la voz y todo el pabellón, monjas y pacientes por igual se giran para mirarnos. Me cubro la boca con una mano y bufo.
—He visto cómo obligan a niños a entrar a un auditorio y cómo sacan luego sus cadáveres para meterlos en un carro como si fuesen basura. He visto poderosos hechiceros reducidos a meros sollozos, incapaces de volver a cantar y condenados a vivir en la miseria. No entiendes nada… y aún así me juzgas.