Diktapenuria

El problema de "Diktapenuria" no es la historia en sí, pues a cualquier persona que le gusten estas tramas políticas y conspirativas encontrará una visión interesante de todas estas cuestiones gubernamentales a las que un ciudadano ajeno a este mundillo no puede acceder. Ofrece una serie de críticas que te hacen reflexionar sobre el juego de títeres que hay detrás de cada figura política y su ambición de poder, pero también se refleja la soledad, el miedo y la gran presión que ejercen sus propias responsabilidades. Todas estas ideas son muy atractivas, pero nuestro autor, en mi opinión, no ha sabido desarrollarlas.

Ya desde el comienzo del libro la historia es confusa. Sabemos que está aludiendo, a través de las repúblicas de Modernia y Ambigua, a países o localizaciones geográficas actuales, pero no se sabe exactamente si es España o un país latinoamericano. Se habla de "cruzar el charco", pero no se entiende bien en qué dirección. Esto hace que muchas de las críticas no se lleguen a entender porque son tan sutiles que yo, como lectora, no llego a situar. Me hubiese encantado que se explicara mejor esta cuestión geográfica, pues le daría más énfasis a su crítica social. Además, hay muchos saltos temporales de varias décadas que no hacen más que entorpecer el hilo argumentativo, que desde el principio no se llega a identificar del todo.

Dicho esto, seguí leyendo el libro esta vez centrándome no en los comentarios políticos y sociales, sino en los protagonistas. Y aquí vuelvo a ver el mismo problema relacionado con la forma en la que está escrita la historia: no siento empatía por los protagonistas. La manera en la que están descritos y la forma en la que actúan no les convierte en personajes literarios atractivos, con los que te puedes sentir identificada. Más bien todo lo contrario, te llegan a producir indiferencia. Por ejemplo, el protagonista Simón es bastante plano y aunque el narrador nos va diciendo que quiere cambiar, ser libre y buscar su independencia, su comportamiento no me lo demuestra, tal vez en parte por la forma en la que está narrado el libro. Este es otro conflicto que encuentro en la historia: el conflicto interno del autor.

Pienso que el autor tenía muchas ideas que quería desarrollar pero no llega a completar ninguna en su totalidad. Tenemos la historia de la madre de Simón, donde se habla sobre su personalidad política y su condición de madre viuda, pero las explicaciones no aportan mucho al transcurso del hilo narrativo principal. El autor podría haber profundizado más en la psicología de la madre, porque realmente pienso que es una figura muy interesante, pero no es el caso.

También tenemos la historia de Simón con Rosa, que en la propia sinopsis se habla de esta relación romántica y que de hecho le da vida al libro, pues conocemos mejor a Simón en su faceta más íntima, pero luego el autor deja a Rosa en España y manda a Simón a resolver el misterio de la muerte de su padre, que aunque es una conspiración creativa está también pobremente narrada. de hecho, hay tantos datos que son innecesarios y que no aportan nada a la historia, que simplemente me hacen pensar que el autor los puso porque no quería desechar la información que había recopilado sobre estas cuestiones científicas. Si se hubiesen ofrecido estos datos de manera más atractiva, el lector definitivamente estaría agradecido por aprender algo nuevo, pero sinceramente si ya de por si el libro se estaba desarrollando de manera lenta, estos párrafos se me hacían un poco pesados. Hubiese preferido una nota a pie de página explicándome todas estas cuestiones que el autor piensa que debemos conocer para entender mejor la teoría conspirativa.

Mi conclusión, con todo mi pesar, es que el libro no ha podido exponer una historia que en sí es buena pero que está mal escrita. Y con mal escrita me refiero a que no ayuda al lector a entender la historia. Creo que está bien innovar, tenemos a los grandes cuentistas como Julio Cortázar o Juan Rulfo que innovaron en sus narrativas y que son un desafío para nosotros como lectores, pero tienen algo que atrae: un personaje curioso, una historia misteriosa, una forma de narrar divertida, algo que te invita a seguir leyendo.

En muchas ocasiones he pensado en no terminar de leer "Diktapenuria" porque no estaba disfrutando la lectura, pero decidí terminarlo para que mi opinión sea lo más completa posible.

Le pongo tres estrellas aquí en Babelio porque la idea es buena y aprecio el tiempo que el autor ha invertido en su libro, pero sinceramente no se lo recomendaría a nadie.