Parlanchina e idealista, ahora que la joven Pollyanna se ha quedado huérfana, deberá mudarse a vivir con su severa tía Polly. Su alegría va contagiando a todo el que va conociendo incluido a los lectores ya que cuando cierras el libro quieres poner en práctica el famoso juego de la alegría, qué consiste en encontrarle lo bueno a las cosas malas que te pasen. Siempre hay algo. |