Así se pierde la guerra del tiempo

Me ha sorprendido. No sé lo que esperaba, pero no era esto. Nada más empezar nos vemos lanzados a un campo de batalla que percibimos más a través de impresiones que con descripciones. Una carta, un enemigo.

Estamos ante un libro muy concentrado, de esos que no te dejan tiempo para asimilar lo que está ocurriendo; aunque pronto te darás cuenta de que la intencionalidad no es describirnos esa guerra, ni sus circunstancias, los porqués ni los quiénes. Lo que nos va a contar no va realmente por ahí, aunque forme parte de ello.

Es una narración intensa que va en crescendo una vez empezamos a conocer el contenido de las cartas. Sí, las cartas. Porque este libro va de cartas, de sentimientos, de hambre. Salta en el tiempo sin importar realmente qué hace cada uno de los personajes en determinados momentos históricos (ya sean importantes o triviales); lo que importa es en qué formato les llegará la carta del contrario y el contenido de la misma. Lo que importa es el desarrollo, la espiral cada vez más cerrada e intensa que se va creando entre estos dos enemigos.

Es un libro que puede pecar de exagerado en cuanto al contenido de las cartas, pero también es divertido, sereno, trivial, exacerbado. Tiene algunas frases preciosas (y otras un poco ñoñas, también os lo digo).

Hay romance, pero no al uso. Es tormentoso, asincrónico, constante. Uno que las protagonistas llevan metido bajo la piel, punzante y desesperanzado.

Es un libro difícil de reseñar. Creo que habrá personas a las que les volará la cabeza, y otras que no podrán ni terminarlo. Yo estoy en medio: lo he disfrutado, pero el nivel de intensidad constante que lleva todo el libro (por corto que sea) terminaba por agotarme tras cada rato de lectura.

Me ha parecido un libro diferente, interesante de leer, para sentir más que para razonar lo que nos cuenta. Puede que estés perdido al leerlo, o que todo te de vueltas, que las cartas te sobrepasen, o que las idas y venidas te confundan, pero aún así, es un libro con un punto muy interesante.

No me ha encantado, pero sí que me ha gustado. No sé cómo decirlo de otro modo.
No sé, es un libro raro.