Una pareja casi perfecta

Una pareja casi perfecta, de Emily Eden, fue escrita en 1829, es decir, durante los últimos tiempos de la época de Regencia, pocos años después de las obras de su admirada Jane Austen, pero no sería publicada hasta 1860, durante el reinado de Victoria I de Inglaterra.

En sus páginas destacan la sátira, la ironía, las múltiples citas de Shakespeare, hilvanadas en ingeniosos diálogos y escenas costumbristas, siguiendo el planteamiento literario tan austenita de manejar las relaciones entre unas pocas familias.

Lo más original de la novela es que comienza en el punto en el que otras finalizan: la jovencísima Hellen Eskdale va a contraer matrimonio con lord Teviot. La novia no parece muy feliz, puesto que se siente apartada de su hogar, y arrastrada a un castillo en el que debe compartir su intimidad con el extraño que es su esposo, al que conoce de unos bailes y algún encuentro. Además, algunos personajes intentarán socavar aún más la brecha existente el el matrimonio con ciertos triunfos.
En torno a esta pareja, la autora, que nunca contrajo matrimonio, nos presenta a otras que llegaron o llegan a unirse de las formas más variopintas, demostrando que el amor puede nacer de las más diversas maneras ya que es una exótica flor que requiere un cuidado diario o morirá de forma indefectible.

Se trata, sin duda, de una novela que ningún lector de Jane Austen puede perderse porque, aunque su estilo dista en muchos puntos del de su predecesora, son tantos los rasgos comunes que es imposible no sentirse de nuevo transportado a la Inglaterra de la época, sus reuniones, costumbres, trajes, modales...
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