El amante de la China del Norte

No sabría decir si esta novela es una amplificación de « El amante », pues hay variaciones en estilo, enfoque y trama. En cuanto al estilo, aparecen diálogos, se sigue un orden cronológico y se adopta una estética mucho más visual y sensorial, mucho más descriptiva y cinematográfica. Esta novela es sin duda más narrativa. En cuanto al enfoque, se centra más en el realismo, crudo y sórdido, es menos poética que « El amante ». La elección misma del término « niña » impacta y sobrecoge; evoca desigualdad, injusticia, soledad y tristeza. En cuanto a la trama, hay un mayor desarrollo de los personajes, del drama familiar y personal de la escritora y también de la condición social de una familia pobre de origen francés que no forma parte ni de la clase blanca privilegiada ni de los nativos. Se visibilizan mejor los conflictos de los personajes. Se intuye de un modo más claro que « la niña » no sueña. Así, se mantiene al menos una constante: la necesidad de huir y de escapar (de la pobreza, de la violencia familiar, de la infancia,….), reflejada en decisiones y conductas diversas.
Es una novela desoladora escrita con honestidad, sin adornos, lírica y cruda al mismo tiempo, ágil y muy visual. Sorprendente resulta hallar referencias constantes a una posible adaptación cinematográfica…