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En 1849 Dumas decide deleitarnos con un serial en le constitutionel que incluye 15 relatos de corte terrorífico y sobrenatural. Recibirán el nombre de Los mil y un fantasmas en honor a Las 1001 noches y Sherezade. Pensadlo bien: los comensales de una cena, entre los que se encuentra el propio Dumas (quién lo diría habiendo comida y bebida de por medio) narran -de un modo que sólo Dumas puede- sucesos vividos por ellos mismos de un modo en que una historia nos arrastra a la siguiente. A partir de ahí encontraremos muertos que vuelven de sus tumbas, promesas incumplidas con nefastas consecuencias, guardapelos, collares de terciopelo,... Y a Nodier, de quien Dumas dice haber oído una historia que implica al mismísimo E.T.A. Hoffmann. Lo bueno es que si os asusta el tamaño de esta maravillosérrima edición de Valdemar con traducción de Mauro Armiño (que incluye otras historias que Dumas había planeado incluir en sus Fantasmas), tenéis un montón de cuentos sueltos o en recopilaciones y se leen en un momento. No os quedéis sin conocer a este Dumas porque merece mucho la pena. |
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