El aguijón del escorpión

El otro día, paseando por la biblioteca municipal, me llamó mucho la atención "El aguijón del escorpión" de Preston y Child. Leí la sinopsis y me lo llevé a casa sin saber que formaba parte de una serie. Fue el día siguiente cuando vi que el libro que me había llevado (del que os voy a hablar a continuación) es la segunda parte y antes había otro titulado "Huesos olvidados" (también me lo llevé a casa y lo tengo sin leer. de este modo, ahora toca retroceder en el tiempo para leer la primera novela protagonizada por Nora Kelly).

Sinceramente, me esperaba algo más de "El aguijón del escorpión". En esta ocasión no se han terminado de cumplir las expectativas que me había fijado antes pero la condición de hacer entretener al lector la cumple.

La trama de "El aguijón del escorpión" arranca cuando el sheriff encuentra el cadáver de una persona momificada en los límites de un rancho de High Lonesome situado en Nuevo México. Este descubrimiento macabro hace que el sheriff tenga que acudir al FBI para esclarecer quién es el muerto, cuáles fueron los motivos de su muerte, de dónde procede el objeto que encuentran junto al cadáver. Esta investigación del FBI recae en la persona de Corrie Swanson, siempre se esmera en agradar a su agente supervisor aunque no siempre lo logra. Cuando empieza la investigación, Corrie debe recurrir, a su vez, a la arqueóloga Nora Kelly. Pronto, Corrie y Nora se encontraran en medio de una red de extorsión con el fin de hacerse (los extorsionadores) con un tesoro que alguien ocultó en una cueva.

El ritmo narrativo, en el inicio de la novela, empieza un tanto lento y muy pausado (es mi sensación) aunque es verdad que a medida que se va leyendo, este ritmo va cogiendo algo de velocidad.

Lo mejor de "El aguijón del escorpión" ha sido que me ha permitido "salir de mi zona de confort" porque no suelo leer novelas en las que actúa el FBI. No preguntarme la razón exacta porque, sinceramente, no la sé.