Una historia desagradable

Hace ya varios años que leí Memorias del subsuelo y aún recuerdo lo mucho que me gustó esa forma de crear personajes desgraciados, consumidos por su propio pensamiento, hacedores inconscientes de su desdicha.

De Una historia desagradable me atrajo no solo que es una edición ilustrada preciosa y muy reciente (noviembre de este mismo año), aunque el cuento que nos muestra fue publicado en 1862. Tras leer la contraportada (cosa a la que no le suelo dedicar mucha atención porque me gusta encontrarme la historia de frente, sin un conocimiento previo), me di cuenta de que en la simplicidad de su argumento, se esconde precisamente el toque de gracia.

Tras una tensa velada con otros dos compatriotas donde la bebida y el reproche fueron el cuarto comensal, Iván Ilich, al darse cuenta de que su cochero se ha ido, comienza a caminar por la ciudad de madrugada y se encuentra una casa donde al parecer está teniendo lugar una fiesta. Casualmente, la celebración de la boda de uno de sus subordinados, en la que, sin ser invitado, se presenta. Y ahí es precisamente donde se desata la visceral trampa en la que cae el protagonista, presa de la lucha entre un orgullo exaltado y el supuesto humanitarismo hacia los que él considera inferiores.

Uno de los puntos fuertes de la historia son precisamente las situaciones que se dan en esa fiesta, algunas bastante absurdas pero muy divertidas.

Dentro de esta aparente situación cómica, casi puedes ver las venas del pensamiento dilatándose y encogiéndose de rabia y tristeza. Iván Ilich se presenta como un personaje muy complejo, superado por sus propios sentimientos y, por tanto, víctima de sus actos.

Aquí es donde intentamos descubrir el truco de Dostoievski, comprender cómo ha conseguido aunar tan sutilmente los conflictos que se dan dentro de nuestro discurrir mental y plasmarlos de manera tan pertinente dentro de un escenario concreto. Hacer literatura de calidad partiendo del propio jugo del alma humana.  

No tenía grandes expectativas con esta lectura pero precisamente esto ha hecho que me haya gustado mucho. Ha sido un acierto total.