Antes de nada, decir que Jack es el único narrador de esta historia por lo que vemos todo desde un punto de vista infantil y bastante inocente. Dicho esto, el libro se puede dividir en dos partes: el día a día de Jack y de su madre en la habitación, donde se nos narra cómo su madre ha creado un mundo y un hogar donde le brinda una educación y una rutina a través del juego, ocultando siempre la razón de su cautiverio y la existencia de un mundo más allá de la habitación. Y el momento de la gran evasión, cuando su madre le explica que existe un mundo y una realidad más allá de esas cuatro paredes, y que necesitará de su ayuda para salir de ahí y ser por fin libres. Una vez que se produce la huida Jack deberá de aprender a adaptarse al mundo y a relacionarse con los demás. Lo que me gustó: El personaje de mamá por cómo se las ingenia para que Jack sea feliz en esa situación de cautiverio y por lo real que puede llegar a ser ya que en algunas partes de la novela, vemos como se derrumba ante su realidad pero sigue adelante por su hijo. La crítica que se realiza a los medios de comunicación que solo buscan la morbosidad cuando se producen ciertos sucesos como el que se narra. Lo que menos me gustó: La narración a veces se hacía un poco pesada por ser Jack el único personaje que relata a lo largo de toda la novela. Además, me hubiese gustado conocer un poco más el punto de vista de la madre: sus pensamientos y emociones. En ciertos momentos el comportamiento de Jack me sacaba un poco de quicio por el hecho de que la autora a veces, le daba a Jack una capacidad de razonamiento y de actuación de un niño con una edad mucho mayor de la que se supone que realmente tiene y otras veces era todo lo contrario. No obstante, en general, es una novela original, con una historia bastante dura y que puede llegar a suceder en la vida real. Recomiendo su lectura si queréis leer un libro entretenido y de lectura ágil. |