El secreto

Circula por la red un reportaje del periódico El País en el que habla del fenómeno que ha supuesto “El Secreto” desde su publicación en el año 1992. El articulo comenta, entre otras cuestiones, la fama que paulatinamente está novela se ha granjeado en redes sociales como Tik Tok, Instagram o Pinterest. Gracias a esto, la obra se ha convertido en objeto de culto de muchos lectores y en piedra angular de la estética “Dark Academia”, tan presente en muchas redes dedicadas a libros y que ha influido en otras manifestaciones culturales como la ropa y la música. Es un libro que cada cierto tiempo vuelve a estar en boga. Su último pico de fama, si mal no recuerdo, ha sido durante el verano del año 2022, cuando en España despertó tal interés que incluso la editorial Lumen (quien actualmente es la encargada de publicarlo) se quedó sin ejemplares para vender, y tuvo que volver a imprimir la obra, tal fue el ansía que le dio a la gente por leer y comprar esta novela. de hecho, si la buscabas en páginas web de venta de libros de segunda mano, tan solo encontrabas ejemplares a precios astronómicos. Y sí, tengo que reconocer que yo caí vilmente en esa vorágine por hacerme con este volumen que solo conocía hasta esa fecha de oídas. Tuve suerte, y pude hacerme con una edición del círculo de lectores del año 94, por muy buen precio (que personalmente me gusta mucho más que la que hay ahora de Lumen) y que he tenido en manos varias veces para leer. Pero por uno o por otro motivo, al final siempre dejaba de lado el libro y me ponía con otro. Hasta que finalmente este verano una LC me animo a emprender de una vez esta lectura y a descubrir si realmente la fama de este título con reminiscencias a género de la autoayuda es tan merecida.

Hay un cliché que no me gusta mucho encontrarme en reseñas y es el de no hablar de la sinopsis bajo la excusa de que es mejor que el lector lo descubra por sí mismo. No obstante, debe admitir que hay ciertos casos en los que es mejor no hablar mucho de la trama , y este es uno de ellos. Quizás porque su gracia reside en que desde las primeras lineas ya sepas de que va todo el asunto, el asesinato de un joven por parte de sus compañeros de universidad. Y toda la historia girará a qué fue lo que llevó a esos cinco jóvenes a cometer el crimen y las consecuencias del mismo. Y sin embargo, pese a arrancar, desvelando su clímax, la novela se disfruta más si sabes lo menos posible de su trama, si permites que Tartt juegue contigo como un pequeño dios malévolo y despótico que te lleva por caminos insospechados.

Baste decir que el narrador de la historia es Richard Papen, un joven que quiere dejar atrás su aburrida y mediocre existencia en California. Su oportunidad de dejar todo atrás le llegara cuando consigue ser admitido en la universidad Hampden College, en Vermont, para estudiar griego clásico. En Hampden, Richard logrará ser admitido en las clases del elitista profesor Julian Morrow, que solo acepta enseñar a unos pocos alumnos. Desesperado por encajar entre sus adinerados y distantes compañeros, Richard hará lo que sea. Y terminará implicado en un asesinato y en una red de engaños que camufla más que un crimen.

Oscura, decadente, laberíntica y atmosférica, “El Secreto” es una novela que atrapa con su aura cruel, sus personajes mórbidos, su atmósfera clasicista y su obsesión por la belleza y la estética. La novela se siente como si Edgar Allan Poe estuviera escribiendo la obra “El Gran Gatsby”. El que al final de la primera meta se haciera referencia a la novela de Scott Fitzgerald y el narrador dijera que era su libro preferido me pareció muy significativo.

Soy la primera en sorprenderse de haber llegado a cumplir todas las metas esta lectura conjunta. La forma que tiene la autora de introducir al lector en la atmósfera de una Universidad de Vermont me pareció simplemente brutal y envolvente. El que prácticamente desde las primeras líneas, ya nos cuente de qué va a ir todo, convierte este libro en una novela de detectives a la inversa ( como dice Wikipedia) y te deja profundamente descolocado. Y eso hace que solo quieras leyendo, que la historia enganche.Hay mucha tensión ya implícita por eso, que va ir irremediablemente aumentando según vaya sucediéndose la narración. Es una historia en la que cuando parece que no pasa nada relevante, de pronto ocurre algo que te descoloca y que te obliga a seguir leyendo. La forma de escribir de Donna Tart, tiene un algo que hace que todo sea más misterioso, pero que al mismo tiempo consigue que la historia fluya muy bien y que el lector se meta de lleno en ella. La forma en que la autora consigue llevar el equilibrio entre enseñarnos la vida del protagonista, recrear la ambientación de la universidad y el misterio. Creo que ahí radica que sea tan adictiva. Leyendo tengo la sensación de estar en la cuerda floja, que en cualquier momento puede suceder cualquier cosa. Paso a paso voy teniendo la sensación de que hay una bomba que está apunto de explotar. de alguna manera, cuando se hace algún descubrimiento o se da algún giro de guion, uno siente que es el desarrollo lógico de la historia, que no podría suceder de otra manera. Pero al mismo tiempo se sorprende. Quizás por la forma en que poco a poco, dándonos de vez en cuando unas píldoras de información y acción, Tart va creando un clima de tensión y tan vibrante y envolvente. A medida que se va leyendo uno puede sentir como la tormenta va gestándose poco a poco hasta que en sus últimas páginas explota.

Todo es muy decadente, y en eso tiene que ver sus personajes. Y la forma en que la autora los maneja. Son caracteres con los que es difícil conectar, gente muy particular a su manera. Pero no de una forma que resulte cercana o simpática al lector, sino de una que genera que se les mire con suspicacia y que haga que te los cuestiones totalmente. Lo que más me sorprende es la forma en que esta gente vive totalmente en su propio mundo y a la vez según vas conociéndoles más y sabiendo como ha sido su pasado vas haciéndote su composición psicológica y entendiéndole. Por ejemplo, no me extraña que Bunny estuviera un poco tocado. Con esa familia, tan preocupada por las apariencias es que es normal. Él, Henry, los gemelos Charles y Camila, Francis y el profesor que les libera a todos ,acaban por crear entre ellos un mundo hecho a su imagen y semejanza, lejos de la mediocridad de una prosaica realidad en la cual ninguno acaba de encajar.

Y eso tiene algo de atrayente para Richard, con sus ansias de ser algo más en la vida que un simple mecánico en California. Y con él, elector, acaba cayendo irremediablemente. Si lo piensas bien, en el fondo son gente patética y con vidas, miserables, realmente alejadas de los ideales de belleza y altos valores, por los que, aparentemente, pretende regirse. Esa es quizás el gran drama de “El Secreto” la desconexión de los personajes con la realidad. Mientras leía, a mis compañeras de lectura, y a mí no podía dejar de impresionarnos la frialdad que sentían ante el hecho de haber cometido un delito tan grande como matar a nadie. Durante toda la narración, ningún tipo de remordimiento les acosaba. Y lo más curioso del caso es que al descubrirlo todo, de alguna forma la autora consigue que se el lector , en una cruel ironía, conecte más con ellos y se ponga de su lado, de unas personas que seguramente a uno en la vida real me cayeran bien.

Porque realmente, si algo hay que criticar de la novela de Tart, es que los suyos son caracteres ensimismados en si mismos y tan fríos que es imposible conectar con ellos. Quizás tú , como lector, no podría sentirse más identificado con Richard, ya que al final vemos toda la historia desde su perspectiva. Y además, Richard es un joven sin apenas recursos económicos, con más orgullo y ganas de integrarse que medios personales y económicos para hacerlo. de alguna forma se supone que él es la voz de la razón y la moralidad en esta historia tan rocambolesca y oscuramente dramática. Tart trata de jugar con el lector por medio de la oscilad que envuelve a Richard cada vez que habla. de alguna forma esta tan metido en su papel de narrador, que a veces no parece estar dentro de la propia trama, sino que se limita a mirar como sus compañeros más ricos y es no se entrega a la frivolidad y a un arabesco desprecio por las normas y los principios humanos más básicos. Pero al final acaba metido en el ajo, de una forma un tanto pasiva y que a mí, por lo menos, mientras leía, no podía dejar de asustarme. Porque veía que Henry y los demás lo que buscaban, de alguna forma, era hacer que cargar con todas las culpas sin ningun tipo de compasión. Pero incluso, aunque te mira por él, me era imposible no sentir algún tipo de distancia con Richard. de alguna forma se siente como si la autora intentase darle una personalidad definida y convertirle en lo más cercano a la razón de la novela, pero al mismo tiempo no quisiera que olvidase su papel de mero narrador. Y creo que eso se ve especialmente en la escena final, donde es más palpable la indiferencia de sus compañeros hacia su persona.

En general, me parece muy encomiable la forma en que Donna Tart lleva los tempos y el ritmo en esta novela. El libro se articula en dos partes. En la primera vemos cómo Richard se instala en Hampden y como es su nueva vida en el lugar y va instalándose en ella. Y por supuesto, conocemos al resto de personajes y vemos cómo va gestándose la tragedia principal, el asesinato en torno al cual gira todo. La segunda parte, se centrará más en cómo éste influye en la vid vida de sus perpetradores, como se convierte en una bomba que amenaza con explotar, y cuya presencia se convierte en una amenaza para todos ellos. Tart es una autora de pluma lenta y muy centrada en los detalles. Se toma su tiempo para desarrollarlo todo y para hacer que el lector dude de todo, pero eso no significa que sea realmente lenta. Sabe cómo tiene que hacer las cosas, como colocar, tal o cual diálogo, donde colocar el giro de guion conveniente o el descubrimiento necesario para que la historia fluya perfectamente y nunca se estanque. Quizás, al principio de la segunda parte, la historia se vuelva un tanto aburrida y repetitiva, el lector llega a perder el interés. Pero una vez pasado ese bache, todo vuelve a seguir su curso y el ritmo empieza a hacerse más y más trepidante hasta hacerse asfixiante y angustioso.

Y todo para cristalizar en un final de infarto. Mientras lo lees no puedes parar. Ha sido el culpable de que cerrar el libro me hayadejado sensación de vacío. He pasado un mes leyéndolo, y con sus altos y sus bajos ha sido una lectura que he disfrutado mucho. En el desenlace se comprueba que al final los ecos de lo que hicieron, terminan por impactar en los personajes. Que pese a su ya comentada indiferencia hacia el hecho de haber cometido un delito, al final, no han podido escapar de esa culpa, de esas Furias que les perseguían unidas a sus demonios internos. Esta novela es una auténtica tragedia, griega moderna, en la que los personajes celebran su propio futuro desolador y triste.

Pero eso no quita para que el final haya sido algo bastante surrealista. El personaje del profesor podemos decir que ha sido el aspecto más infrausado de todo el libro. Creo que era un personaje que tenía potencial por su personalidad y por la influencia que tenía sobre sus alumnos. Pero al final esta influencia solo se ha dejado ver en las últimas páginas. Y de una forma que para mí ha resultado muy abrupta y por eso me ha dejado bastante fría. Además, el giro final a los acontecimientos protagonizado por Henry aunque me ha resultado impactante, tampoco ha terminado de convencerme, porque no me ha quedado muy claro a santo de qué viene. Me ha parecido un golpe de efecto un tanto burdo que e pega con el personaje, pero me parece muy surrealista. Todo esto me indica que quizás la alta puntuación que le he dado se le va más a las emociones que ha supuesto esta lectura que tan buenos ratos me ha dado, que a la auténtica calidad literaria del autor.

Pero todo eso no quita la intención moral de “El Secreto”, una lectura que me ha parecido una metáfora de lo que supone crecer y convertirse en adulto. Sus últimas páginas están impregnados de un aire de desolación y desilusión que pesa, y que casa muy bien con toda esa atmósfera, otoñal o de mansión embrujada Donna Tart ha creado a medida para su novela. Los personajes tenían sueños y ambiciones, habían formado un mundo propio en el que encajaban, y la belleza y los altos ideales eran los puntales. Pero de una forma burda y soez acaban descubriendo que la realidad raramente es bonita y de que todo lo que se hace, de alguna forma cruel y satírica, pasa factura. Y ellos mismos se convierten en sus peores enemigos y descubren que no son tan buenas personas como creían que eran. Es un libro que tiene muchísimo contenido filosófico y moral, más de lo que parece. No es solo una historia de unos adolescentes que viven en su propia y falseada versión humana de los campos Asfodelos. Es, como señala la contracubierta de mi edición (que por otro lado, para mi gusto destripa demasiado de la trama), una metáfora sobre lo que supone crecer y convertirse en adulto, aceptar los matices y la fealdad del mundo real. Y esto lo descubren los protagonistas de una forma brutal, por culpa de ellos mismos.