"Tres tonos de azul" demuestra que es posible una mezcla equilibrada entre novela contemporánea y thriller, entre la narración de una vida cotidiana que va dejando miguitas de misterio por el camino y un complejo entramado que acaba por resolverse satisfactoriamente. Unos protagonistas cercanos que se hacen querer, una ambientación musical adaptada a cada situación, lugares fácilmente reconocibles, un ritmo cambiante y una pluma que te permite fluir sin problemas por sus páginas hacen de esta novela de Nicolás Diez una experiencia diferente. Una recomendación postergada que he devorado en un par de días y que pone broche final a las lecturas de 2023 con un sentimiento de plenitud y calma. |