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¿Os ha pasado alguna vez que termináis un libro y os quedáis pensando lo bien que quedaría esta historia en la gran pantalla? Pues esto me ha ocurrido con Tres tonos de azul. Esta novela ambientada en Granada, ciudad natal de su autor, nos cuenta los seis meses más turbulentos de la vida de Saul, un profesor de arte de la universidad. Su divorcio y una noticia de su pasado que hará temblar los cimientos sobre los que ha construido su vida serán los detonantes de su historia. Nicolás Díez juega mucho con el lector: lo pica, lo inquieta, lo arrastra al mundo de Saul, a un mundo lleno de constantes incógnitas que nos empuja a no querer parar de leer. Estamos ante una novela adictiva y ágil, llena de acción en la que ocurren muchas cosas en pocas páginas. de hecho a veces el lector puede hasta verse abrumado porque te vas dando cuenta de detalles que no encajan que el autor va dejando caer pero que el protagonista no las toma en cuenta hasta que todo estalla y las piezas del puzzle empiezan a encajar. Tres tonos de azul lo recomendaría a aquellos lectores que busquen una historia con la que entretenerse, con la que busquen la sorpresa en la incertidumbre constante. Es perfecta para aquellos lectores más cinematográficos que quieran una historia de acción e intriga. Si te ves identificado con alguno de estos puntos, esta es tu novela. |
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