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En esta novela de Eduardo Díaz, conocemos a Miguel Lifante. Un abogado que recibe un encargo de lo más peculiar, ya que el mismo presenció el crimen. Tiene que defender al presunto asesino de una novia el día que esta semana iba a casar. Una novela con un comienzo de lo más impactante, cuyo ritmo se mantiene durante todo la trama. Y con un desenlace de lo más sorprendente. La novela tiene dos arcos argumentales, ambos protagonizados por Miguel. Uno se basa en la investigación del crimen de Lola, la novia. Y el otro en descubrir al culpable del asesinato de un amigo, para lo cual necesita dar con una sociedad secreta llamada GENS, que ya lo ayudó en su pasado. La mayoría del tiempo el libro está narrado en primera persona cuando habla Miguel. Pero también hay capítulos narrados en tercera persona cuando el que habla es otro personaje. A mí esto no me ha dificultado en nada lectura. El autor tiene una manera muy personal de escribir, que consigue que te metas más de lleno en la historia. Los personajes están muy bien construidos. de Miguel vamos conociendo información poco a poco. Aparecen bastantes personajes a lo largo de la novela con mayor o menor peso en la trama. Aunque yo destacaría a señorita, una mujer entrañable, a la que es muy fácil coger cariño, por esos cambios tan radicales que tiene de personalidad. Y, por otro lado, la familia de Lola, una familia de lo más particular que no te dejará indiferente. La historia en su conjunto me ha sorprendido muchísimo, sobre todo por ciertos giros en la trama que no esperaba. La parte que me han gustado más ha sido la resolución del caso de Lola. Mientras que con la parte de GENS, he sentido durante toda la lectura del libro queme faltaba información. Que era necesario haber leído los libros anteriores para saber que ocurrió entre GENS y Miguel, es la única pega que puedo poner al libro. A pesar de esto, es un libro que recomiendo, y que te deja con muchas ganas de leer los otros libros del autor sobre GENS. |
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