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En este thriller nos adentramos en la vida de Mencía, una profesora que recibe una llamada para cubrir una sustitución en el colegio de Sendero de Luna. Buscando información sobre el pueblo, ella y sus amigos descubren que hace años hubo un asesino en serie entre sus habitantes. Decide irse igualmente a Sendero de Luna, en medio de la noche y sin avisar a nadie, huyendo de su padre, con el que tiene una terrible relación debido a su turbio y oscuro pasado. Nada es normal en el nuevo destino de Mencía. Cuando llega en plena noche al pueblo, se encuentra con una estampa que la desconcierta. Su confusión va en aumento al conocer a los habitantes del pueblo, que se comportan de forma extraña y misteriosa. A medida que pasan los días y Mencía se acostumbra tanto al pueblo como a sus nuevos vecinos, es ella quién empieza a comportarse diferente, según sus amigos, que acuden a visitarla preocupados. Esta historia tiene un ritmo muy fluido que hace que las poco más de 300 páginas que tiene se pasen volando. Aunque al principio estaba muy intrigada por el misterio que envuelve al pueblo, mi interés fue decayendo a medida que la actitud de Mencía cambiaba. No es un personaje que me haya gustado especialmente, y sus decisiones durante toda la novela me han parecido precipitadas y confusas. El plot twits principal me dejó un poco seca, ya que me esperaba que la trama tirara por otro lado. Aunque el cambio de actitud de Mencía y el misterioso comportamiento de los habitantes del pueblo se explique al final se hace de forma muy rápida y no se profundiza nada. No he conectado con ningún personaje y la resolución de todo el misterio no ha sido de mi agrado. |
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