Ha sido un cierre de trilogía fantástico. Miguel tiene que enfrentarse a una nueva perdida, esta mucho más dolorosa de las que ha tenido últimamente. Sabe que su amiga no murió como dicen y también sabe que su marido no ha tenido nada que ver, pero no puede recurrí a esa sociedad secreta que se mueve por los subirvios para que lo ayuden, porque Gens tiene sus propios problemas. Miguel vuelve a estar solo contra el mundo. Bueno, solo solo no está, porque Señorita lo acompaña y también aparecerá por fín Alex Jon. Entre los tres y con ayuda de las pistas que le han dejado en el camino, Miguel descubrirá la verdad tras la muerte de sus amigos y pondrá fin a ese capítulo de su vida que tanto le ha hecho sufrir. La novela vuelve a sorprender por la forma de narrar del escritor, que es muy particular, pero que engancha. Los personajes, que ya conocía de libros anteriores, siguen siendo tan carismáticos y sorprendentes como lo fueron desde el primer libro. Las frases y los diálogos lo hacen chispeante y las escenas de acción y conspiración consiguen mantener tu atención y que no te des cuenta del tiempo que pasas leyendo. Es un libro que se puede leer de forma independiente pero creo que te vas a enterar mucho mejor del pasado y de la relación de los personajes si lees al menos el libro anterior de la mala flor. |