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He de confesar que cuando me ofrecieron un ejemplar de “Verdad, beso o atrevimiento”, tuve ciertas dudas antes de aceptar. ¿Una historia sobre el confinamiento por el coronavirus? No, gracias. Luego lo pensé mejor y me dije “¿y por qué no?”. al fin y al cabo es algo que nos ha ocurrido a todos y ya ha pasado un tiempo como para poder leer sobre ello con cierta distancia. Tengo que decir que me alegro de haber cambiado de opinión, porque “Verdad, beso o atrevimiento” es una historia que invita al lector a reflexionar sobre sí mismo. Blanca debe regresar a Cueto, el pueblo santanderino donde creció para tramitar la herencia de su tía y madre adoptiva. Allí se reencontrará con Javi, su novio de juventud, lo que despertará en ella sentimientos que creía olvidados. La llegada del coronavirus y el confinamiento posterior pondrán su mundo del revés, ya que se verá obligada a enfrentarse a su pasado y a las decisiones que tomó a lo largo de su vida y que la llevaron hasta ese momento. Aunque se trata de una historia de ficción, el hecho de estar enmarcada por una situación tan reciente que todos hemos vivido en nuestras carnes, hace que resulte muy fácil creer que estamos leyendo la que podría ser la historia de un amigo, vecino o conocido, pudiendo incluso vernos reflejados en algunas de las situaciones que se describen. La vida de Blanca ha estado marcada por las pérdidas que ha sufrido, unas de forma totalmente imprevista y otras en cierto modo autoimpuestas por sus propias decisiones. Aunque al principio el personaje puede parecer demasiado centrado en sí mismo, uno pronto se da cuenta que no es más que una simple coraza para esconder todas esas inseguridades que la vida y el tiempo le han generado. El volver al pueblo de su infancia le hará darse cuenta que ni el lugar, ni ella misma, son los mismos que recordaba. Me resultó muy interesante la manera en que esto la obligó a reflexionar sobre su vida para afrontar esos cambios. Otro de los aspectos que me gustó fue el contraste entre su vida acomodada en la gran ciudad y la vida en el pueblo, mucho más relajada, y a la que deberá acostumbrarse de nuevo. La incertidumbre que trajeron consigo la pandemia y el confinamiento, ese no saber qué pasará mañana, es el catalizador que obliga a Blanca a enfrentarse a su pasado y a situaciones a las que no se había enfrentado hasta ahora simplemente por el miedo a lo que pudiese pasar. Con un pluma impecable y un ritmo pausado, pero que no se hace pesado en ningún momento, la autora consigue trasladar al lector a la costa santanderina y a esos días en que el mundo se detuvo. “Verdad, beso o atrevimiento” es una historia sobre la familia, la amistad, la muerte, el miedo al compromiso y al cambio, y sobre esa necesidad que surge en ocasiones de agarrar el toro por los cuernos y dar ese paso que nos permita alcanzar la felicidad. |
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